¿Entrenar Enfermo?

Seguramente para muchas personas la respuesta es obvia, y seguramente no lean esta nueva entrada en el Blog, y posiblemente tú seas una de esas otras personas que si tenga dudas a la hora de dar una respuesta a esta pregunta o tengas una respuesta clarísima. No obstante, te voy dar mi opinión y ofrecerte toda la información que yo poseo tanto de experiencias, como de lo estudiado a lo largo de mi carrera profesional tanto de mis estudios de Técnico de Actividades Físico Deportivas como otras muchas más formaciones relacionadas con lo que vamos a tratar en las siguientes líneas...
23 de febrero de 2024

¿Y por qué me dio a mí por hablar de este tema justo ahora?

Pues precisamente porque justo a menos de dos semanas de lo que será mi primer Ultra de Montaña, resulta que Zasca... me pongo de catarrazo nivel extremo. Es algo que puede pasar y más cuando te acercas al final de un entrenamiento, por un motivo muy simple, mucha carga acumulada y posiblemente las defensas un poco bajas. Si a eso le sumas convivir con un niño que trae del cole muchas más cosas que deberes... ¡Bingo! El caso es que estamos en invierno, los virus están ahí y por el motivo que sea a veces los atrapamos.

Ahora vamos a lo nuestro, hacer deporte gripos@, acatarrad@, enferm@.

Vamos a dejar una cosa clara antes de continuar, tenemos que usar sentido común y como a veces nos falla ese detalle, te voy a ayudar con unas pequeñas aclaraciones:

  • Con la presencia de fiebre no se debe practicar ejercicio. La razón es que la fiebre es un mecanismo de defensa y por lo tanto, permite combatir la infección presente en los procesos respiratorios y gripales. “No es bueno entrenar con fiebre, ya que no conseguiremos esa mejora en la infección ni permite aprovechar esos entrenamientos”
  • Cuando la reducción del rendimiento en la actividad es debido a un resfriado, es recomendable moderar la actividad planificando cargas de trabajo inferiores. Además, “la dieta, el reposo y especialmente la hidratación durante esos días son fundamentales”

Pues dicho esto, quedan claras algunas cosas… cuanto primero nos recuperemos, primero podremos volver a nuestro entrenamiento, y no es cuestión de luego intentar recuperar todas las sesiones perdidas, si sufro una gastroenteritis y estoy dos días sin comer de forma habitual, no voy a ponerme en cuanto mejore a devorar todo lo que pille por la nevera, lo que hare será ir reponiendo progresivamente todo lo perdido. Pues con el entrenamiento igual, poco a poco volveremos a por la intensidad a la que estábamos entrenando antes de ponerme malo.

Si decides entrenar aún estando resfriado (por ejemplo), ten en cuenta estos consejos:

  • Hazlo a muy baja intensidad, no superes tu Zona 2 de pulsaciones, si no tienes pulsómetro (que deberías tenerlo sobre todo si lo que haces son entrenamientos de carrera o ciclismo) puedes tomar como indicador el que te resulte posible respirar por la nariz con la boca cerrada mientras realizas tu entrenamiento.
  • Adapta el tipo de entrenamiento, si te tocaban series de velocidad de carrera, puedes cambiarlo por 50 minutos de carrera en Z1-Z2, si te tocaban 2 horas en montaña y además está un día invernal, puedes cambiarlo por 1 hora de bici estática, si ibas a hacer una sesión de spinning, puedes cambiarlo por una sesión de Pilates … en resumen… buscamos una alternativa menos intensa

Y ahora vamos a hablar de encontrarnos en esta situación justo los días previos a una competición, de nada sirve empeñarnos en seguir el plan, esta claro que no puedes seguirlo, tu objetivo número 1 es recuperarte cuanto antes, por lo que debes mimarte y mimar tu cuerpo, cuanto más descanses, mejor te hidrates y te nutras … primero estarás bien.

¡Los deberes están hechos y ahora sólo quieres mantener lo que llegaste a elaborar, por lo tanto, esfuérzate más en PONERTE BIEN!

Ahora me despido como siempre deseándote un gran día, y si estás resfriado o cualquier otra cosa… una pronta recuperación. Para recibir información manda un email a infofitnature@gmail.com

Que tengas un gran día.

Iván Coujil